El aire está vacío, es nada
Pasa por rendijas de óxido y se queda, estático
Nos mira y sabe
Que no somos nada
La noche se estira, el cielo se abre y el ángulo es
perfecto,
Raspamos la luna con los dedos
y el sabor es perfecto
el daño ya está hecho
y el sonido es perfecto
Llaman a la puerta
Las mismas caras tristes
Las voces roncas que esperan
Las horas que nunca pasan, que nunca se van
Siempre mirando, siempre queriendo llegar
La luz se rompe
y las palabras son insoportables,
nos hieren de muerte, rezuman sangre y vómito
y se precipitan al abismo
a la anestesia
de no ser nada